La gingivoestomatitis crónica felina (GECF) es una enfermedad inflamatoria que afecta a la cavidad oral y a la mucosa gingival, caracterizándose por la presencia de estomatitis caudal. Es un proceso de etiología desconocida y multifactorial, con una prevalencia del 3% y afecta al 0,7% de los gatos domésticos. Los signos clínicos son dolor oral, disfagia, anorexia, pérdida de peso, halitosis, ptialismo.

La gingivoestomatitis crónica es un síndrome clínico caracterizado por la presencia de un proceso ulcerativo que en ocasiones puede ser proliferativo, que afecta a todos los tejidos que están en contacto con la saliva y la placa bacteriana: gingiva, mucosa alveolar, mucosa labial, mucosa sublingual, mucosa caudal, arco glosopalatino y paladar blando.

 Los objetivos del tratamiento de la estomatitis felina son reducir la inflamación hacia la placa dental. La extracción de las piezas dentales produce mejoría en el 80% de los gatos tratados, de éstos el 60% se curan y no necesitan tratamiento adicional y el 20% restante muestran inflamación oral, pero sin dolor. Hay un 20% que no mejora con la extracción dental y requieren tratamiento adicional.

En el caso de la estomatitis caudal, se ha visto que no hay un tratamiento médico efectivo al cien por cien, el empleo del láser de diodo tras la extracción dental ha producido la desaparición de la estomatitis caudal, así como la mejoría de los animales.

 Los animales láser de diodo han mejorado debido a que el láser produce una eliminación del tejido proliferativo, estimula la fibrosis, haciendo que el tejido sea menos propenso a la inflamación continua, y reduce las bacterias en la cavidad oral, por lo que ayuda a eliminar la mucosa inflamada, reduce el dolor y estimula la curación.

La ablación con láser puede ser útil como terapia complementaria en casos de estomatitis caudal proliferativa.

 Después de la ablación con láser, gran parte del tejido inflamatorio se sustituye por tejido cicatricial fibroso menos reactivo.

La aplicación coadyuvante de plasma rico en plaquetas (PRP) gracias al mecanismo inmunomodulador/regenerador, la acción del PRP se manifiesta por la involución de las lesiones en la mucosa oral, con una gran mejoría o desaparición completa. Histológicamente, se aprecia un retorno a la arquitectura tisular normal, con la desaparición del cuadro típico de proliferación linfoplasmocitaria con ulceraciones, hiperplasia e inflamación. Sintomatológicamente, se manifiesta en una disminución del dolor, hipersalivación y halitosis, con disminución en la dificultad a la masticación e incremento del lamido y acicalamiento.

La terapia tradicional de la GECF grave y/o refractaria está basada principalmente en exodoncias, analgesia, antibioterapia, antiinflamatorios e inmunomoduladores, con un porcentaje importante de pacientes (hasta el 30 %), que se muestran refractarios a estos tratamientos y tienen muy pobre pronóstico. La terapia celular inmunomodulador con PRP ha demostrado ser un tratamiento novedoso, seguro y simple para gatos con GECF grave y/o refractaria, y se ha convertido en una interesante alternativa terapéutica al conseguir una importante mejoría clínica e, incluso, su remisión. Por otro lado, facilita la retirada de medicación y, por ende, sus efectos adversos, disminuyendo su coste económico e incrementando significativamente la calidad de vida del paciente. La adecuada selección del paciente, protocolo terapéutico y seguimiento es crucial para obtener los mejores resultados


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